Qué son las costas procesales

Concepto legal de costas procesales

Introducción a las costas procesales

En el complejo mundo legal, las costas procesales son un elemento crucial que a menudo pasa desapercibido para quienes no están familiarizados con los entresijos de los procesos judiciales.

Las costas, también conocidas como gastos procesales, representan los gastos y honorarios legales incurridos por las partes en un proceso judicial. Desde honorarios de abogados hasta gastos administrativos, las costas procesales abarcan una amplia gama de costes asociados con llevar un caso ante los tribunales.

Definición y concepto de costas procesales

Las costas procesales son los gastos derivados de un proceso judicial que una parte debe asumir en favor de la otra. Por lo general funcionan por el principio de vencimiento. Es decir, la parte que ve desestimadas todas sus pretensiones debe abonar los gastos judiciales generados a la parte contraria.

Estos gastos pueden incluir una variedad de conceptos, que serán valorados al final del procedimiento judicial mediante la correspondiente tasación oficial. Los importes obtenidos, no tienen por qué coincidir con los honorarios que las partes hayan podido pactar con sus profesionales.

Tipos de costas procesales

Estos gastos incluyen honorarios de abogados y procuradores, tasas judiciales, peritos, testigos, gastos de desplazamiento, entre otros.
La parte que resulta vencedora en el proceso tiene derecho a que la parte contraria le indemnice por estos costes.

El objetivo y fin de que exista la condena en costas judiciales no es otra que la de compensar a la parte ganadora por los gastos en los que ha incurrido para la defensa de sus derechos. Si no existiera la condena en costas, cabría la posibilidad de instrumentalizar el sistema judicial según la capacidad económica de cada parte. De esta manera evitamos que el acceso a la vía judicial suponga en última instancia una merma económica para quienes obtienen justicia.

¿Quién debe pagar las costas procesales?

La cuestión de quién debe asumir las costas procesales es una parte fundamental del proceso legal y puede variar según la jurisdicción y la naturaleza del caso. La regla general establece que la parte perdedora en un caso es responsable de cubrir los gastos de la parte ganadora. Su finalidad principal es disuadir a las partes de presentar demandas frívolas o sin mérito, al hacerlas responsables de los costes asociados con el litigio.

Sin embargo, existen excepciones a esta regla. En algunos casos, el tribunal puede ordenar que las costas se dividan entre las partes, especialmente si considera que ambas tienen parte de razón en el caso.

Cálculo de las costas procesales

El cálculo de las costas procesales puede variar significativamente dependiendo de varios factores, como la complejidad del caso, la duración del proceso judicial y los honorarios del abogado. Estos gastos suelen incluir gastos como honorarios legales, tasas judiciales, aranceles de los procuradores, honorarios de peritos, entre otros.

En muchos casos, las partes pueden negociar acuerdos sobre las costas antes de que se emita una sentencia final. En otras ocasiones suelen ser objeto de negociación para homologar acuerdos transaccionales judiciales. Esto puede implicar discusiones sobre quién pagará qué parte de los honorarios legales y otros gastos asociados con el litigio. Si las partes no pueden llegar a un acuerdo, el tribunal intervendrá para determinar cómo se distribuirán las costas entre las partes.

Importancia de las costas procesales en un proceso legal

Las costas procesales desempeñan un papel fundamental en el sistema legal al garantizar que las partes involucradas en un litigio asuman la responsabilidad económica del proceso. Además, sirven como un incentivo para desalentar demandas poco sostenibles o innecesarias. A su vez, los gastos procesales permiten la intervención de partes con recursos limitados sin temor a ser arruinadas por los costes legales.

Cómo solicitar las costas procesales

Solicitar las costas procesales es un proceso que generalmente se lleva a cabo al final de un caso, una vez que se ha emitido una sentencia firme. La parte ganadora puede presentar una solicitud de tasación de costas sobre los gastos generados en el procedimiento judicial. Habitualmente las partes deberán aportar las facturas proforma o finales abonadas a los distintos profesionales, y las justificativas de cuantos gastos soliciten.

El juzgado o tribunal revisará la solicitud y tomará una decisión sobre la cantidad de costas que se otorgarán y quién será responsable de pagarlas. En muchos casos, el tribunal emitirá una orden formal que especifica la cantidad exacta que debe pagarse y los plazos para el pago. Debemos tener en cuenta que el importe de las costas será según valor de tasación, con independencia de los precios privados pactados por quien contrató a cada profesional.

Con todo ello, podemos afirmar que las costas procesales son un aspecto fundamental del sistema legal que garantiza que las partes en un litigio asuman la responsabilidad de los costes asociados con el proceso judicial. Desde honorarios legales hasta gastos administrativos, las costas procesales pueden tener un impacto significativo en el resultado financiero de un caso y son un factor importante a tener en cuenta al considerar la viabilidad de emprender acciones legales.

Diferencia entre costas y honorarios profesionales

La cuantía y el alcance de esta indemnización dependerá de la tasación de costas judicial que determine las partidas a incluir, y el importe económico de las mismas. En ocasiones, el importe económico de la tasación será distinto a los honorarios profesionales pactados de manera privada. Y es que la tasación de costas no tiene porqué coincidir con la libre fijación de precios de profesionales actuantes. De lo contrario, podría la parte vencida ser condenada al pago de unos honorarios desorbitados o ínfimos, en atención a las condiciones que tuviera pactadas la parte vencedora con sus respectivos profesionales.

Las costas procesales de profesionales intervinientes como el abogado, se refieren a los gastos derivados del proceso judicial. Estos serían los honorarios de los profesionales de la parte ganadora, que la parte perdedora está obligada a pagar. Éstas son una compensación específica por los servicios profesionales o legales prestados en el contexto de un proceso judicial. Ello con independencia del acuerdo y precio privado de quienes los contrataron.

Por otro lado, los honorarios profesionales son los pagos acordados entre el cliente y el profesional, como por ejemplo el perito o el abogado, por los servicios legales prestados, independientemente del resultado del caso. Éstos son el pago acordado en la contratación privada.

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