Concepto legal de procurador
ÍNDICE DEL CONCEPTO
Introducción a qué es un procurador
Un procurador es un profesional del Derecho que actúa como representante legal de las partes en un procedimiento judicial. Es decir, se encarga de interactuar con los juzgados y tribunales en nombre de sus clientes, realizando todos los trámites necesarios para el correcto desarrollo del proceso.
Así pues, salvo excepciones legales, cada persona debe acudir ante los juzgados y tribunales representada por su procurador. De igual modo que también comparecen las partes asistidas legalmente de abogado.
Para ser procurador es necesario disponer de lo siguiente:
- Licenciatura o Grado en Derecho.
- Superar el exámen de acceso a la profesión y prácticas.
- Estar colegiado en el correspondiente Colegio de Procuradores.
Funciones de un procurador
Los procuradores representan a las partes en los procesos judiciales. También se encargan del cómputo de los plazos legales, remisión de notificaciones oficiales a los clientes y letrados, presentación de escritos procesales, comparecencias en juicios y la realización de actos procesales en nombre de su cliente.
La intervención de un procurador es obligatoria en la mayoría de los procedimientos judiciales en España. Esto significa que, para poder actuar ante los juzgados y tribunales, las partes deben estar debidamente representadas.
Para designar un procurador la persona interesada debe otorgarle poderes notariales de representación, o designa apud acta en el propio juzgado. A partir de dicho momento, el profesional ostenta la representación de su cliente.
Existen algunas excepciones a la obligatoriedad de la representación por procurador, como por ejemplo:
- En algunos procedimientos de jurisdicción voluntaria.
- En la fase inicial o de instrucción de algunos procedimientos penales.
- Cuando las partes puedan actuar por sí mismas, sin representación, en determinados procedimientos civiles.
Diferencias entre procurador y abogado
Mientras que un abogado se encarga de la asistencia legal y defensa jurídica de su cliente, el procurador, se encarga de la representación procesal de éste. Es decir, de realizar todos los trámites necesarios para el correcto desarrollo del proceso en los juzgados y tribunales.
Ambos profesionales se complementan y trabajan juntos para defender los derechos e intereses de las partes en un procedimiento judicial.
Así pues, las principales funciones de los procuradores son:
- Representación legal de las partes en procedimientos judiciales.
- Presentación de escritos procesales y copias ante los juzgados y tribunales.
- Comparecencia en audiencias y actos judiciales en nombre de sus clientes.
- Gestión y tramitación del procedimiento judicial.
- Comunicación con el juzgado en nombre de su cliente.
- Notificación de términos, plazos y resoluciones judiciales.
- Coordinación con abogados y otros profesionales del derecho en el proceso judicial.
Cómo contratar a un procurador
La contratación es fundamental cuando enfrentamos procesos legales. El primer paso para es identificar un profesional colegiado que pueda actuar en el partido judicial que necesitamos.
Se pueden encontrar procuradores a través de recomendaciones personales, directorios profesionales o consultando al colegio de profesional local. Una vez seleccionado, es esencial verificar sus credenciales y experiencia. Después, se deberá establecer un acuerdo formal que detalle los servicios que prestará y los honorarios o aranceles asociados. Este acuerdo puede ser verbal o escrito, aunque lo ideal es optar por un contrato escrito para evitar malentendidos.
El cliente debe apoderar siempre al procurador, ya sea mediante poder apud acta en el juzgado, o mediante poderes notariales.
Importancia de un procurador en un proceso legal
El procurador desempeña un papel crucial en la administración de justicia. Su función principal es representar al cliente ante los juzgados y tribunales, actuando como intermediario entre el cliente y el sistema judicial.
Estos profesionales se encargan de presentar documentos y escritos, recibir notificaciones y realizar las gestiones necesarias para el avance del proceso. Además, aseguran que se cumplan todos los plazos y procedimientos, contribuyendo a una tramitación más ágil y eficiente del caso judicial.
Procedimientos en los que interviene un procurador
Los procuradores son requeridos en una amplia variedad de procedimientos judiciales, tanto civiles como penales.
En el ámbito civil, intervienen en demandas, ejecuciones, procedimientos de familia como divorcios y custodias, y en reclamaciones de cantidad, entre otros.
En la jurisdicción penal, representan a las partes en ciertas fases del proceso, incluso en los recursos ante tribunales superiores y en la ejecución de sentencias.
Costos asociados a los servicios de un procurador
Los honorarios de los procuradores tienen una base principal tasada por aranceles. Éstos pueden variar significativamente dependiendo del tipo de procedimiento y la complejidad del caso
Muchos profesionales trabajan con una tarifa fija por servicio, mientras que otros pueden cobrar en base a porcentajes sobre el valor económico del asunto en cuestión. Además, es habitual que cobren por actuaciones concretas como presentaciones de recursos o escritos extraordinarios.
Conclusiones
Podemos afirmar que figura del procurador es esencial en el ámbito judicial español. Proporciona un enlace vital entre el cliente y el sistema legal. Su trabajo facilita la tramitación eficiente y efectiva de los procedimientos legales, y asegura el cumplimiento de los plazos y normas procesales.
Al momento de contratar, es crucial elegir a un profesional cualificado y con competencia para actuar en el área territorial que necesitamos. Es recomendable establecerlos términos de su intervención y aranceles profesionales. Entender y valorar la importancia de su trabajo ayudará a garantizar que el proceso legal se maneje con la mayor profesionalidad y diligencia posible.
Si lo desea, puede consultar otros conceptos jurídicos relativos al derecho civil y penal.
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